viernes, 21 de agosto de 2009

Soneto I



Despierto escindido a la mitad;

me pertenece una todavía,

así la otra te figuraría

y ambas mienten por no decir verdad.


Ver püedes que ambas partes lloran:

la tuya, por los besos que te pierdes

intimada por los que no recuerdes;

y la mía por ver tu parte llorar.


Plañe tu mitad, haberme dejado

solo; hipa por haberme fingido;

llora tu mitad por haberme usado.

No llora la mía por haberse ido.

Quizá sólo llore, cuando cansado,

descubra que se han perdido.