Despierto escindido a la mitad;
me pertenece una todavía,
así la otra te figuraría
y ambas mienten por no decir verdad.
Ver püedes que ambas partes lloran:
la tuya, por los besos que te pierdes
intimada por los que no recuerdes;
y la mía por ver tu parte llorar.
Plañe tu mitad, haberme dejado
solo; hipa por haberme fingido;
llora tu mitad por haberme usado.
No llora la mía por haberse ido.
Quizá sólo llore, cuando cansado,
descubra que se han perdido.